Un artículo reciente de Annals de Medicina analiza la participación de las UCI catalanas en los proyectos de seguridad del paciente y en el registro ENVIN durante el periodo 2019–2024. Los resultados muestran el impacto de la pandemia en la vigilancia de infecciones y señalan retos clave para alcanzar los estándares de calidad establecidos en el Plan de Acción 2024–2027.

El Plan de Acción para impulsar las recomendaciones de los proyectos de seguridad en pacientes críticos (2024–2027) tiene como objetivo mejorar el cumplimiento de los estándares de calidad que garantizan una atención adecuada y segura en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales catalanes.
En este contexto, el último número de la revista Annals de Medicina publica un artículo que analiza la participación de los servicios de medicina intensiva y las unidades de pacientes críticos de Cataluña en el registro ENVIN y en los distintos proyectos Zero durante el periodo 2019–2024.
Estas unidades registran infecciones relacionadas con dispositivos invasivos (IRDI), bacterias multirresistentes (BMR) y el impacto clínico de las medidas implantadas en los proyectos Zero, a través del registro ENVIN, desarrollado por la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC).
El análisis se basa en datos de pacientes adultos ingresados en las UCI de Cataluña que fueron incluidos en el registro ENVIN. Los resultados reflejan una disminución notable de la participación durante los primeros años de la pandemia: en 2019 aportaron datos el 83,7 % de las UCI (36 de 43), mientras que en 2020 y 2021 solo lo hicieron el 51,2 % (22) y el 60,5 % (26), respectivamente. A partir de 2022, la participación se ha ido recuperando progresivamente, alcanzando el 79,1 % (34) en el año 2024.
En cuanto a los proyectos Zero, se constata una disminución significativa de la participación durante la pandemia, reduciéndose a un tercio en los proyectos Bacteriemia Zero (pBZ) y Neumonía Zero (pPZ), y a la mitad en los proyectos Resistencia Zero (pRZ) e ITU Zero (pITUZ). A diferencia del registro ENVIN, la participación en estos proyectos no se ha recuperado, salvo en el caso del pRZ.
La tasa de IRDI por cada 100 pacientes ingresados se triplicó en los años 2020 y 2021 (de 4,97 en 2019 a 15,61 y 15,32, respectivamente), aunque ha vuelto a niveles próximos a los anteriores a la pandemia entre 2022 y 2024.
El estudio también constata que las UCI que participaron activamente en los proyectos Zero mantuvieron tasas de IRDI inferiores a las registradas globalmente en ENVIN, así como por debajo de los estándares de calidad definidos por la SEMICYUC.
Aun así, se concluye que, en la actualidad, solo la participación en el registro ENVIN cumple con el estándar >80 % establecido por el Plan de Acción 2024–2027, mientras que la participación en los proyectos Zero sigue siendo insuficiente, con menos de la mitad de las UCI implicadas, siendo el estándar propuesto >70 %.
En cuanto a los resultados asistenciales, tanto la proporción de pacientes con BMR adquiridas en la UCI como las tasas de bacteriemias primarias e infecciones urinarias asociadas a sonda uretral se mantienen dentro de los objetivos de calidad. En cambio, la tasa de neumonía asociada a ventilación mecánica sigue estando por encima del estándar recomendado.
Este Plan de Acción establece como líneas prioritarias la recuperación de las tasas de IRDI previas a la pandemia y la reducción progresiva de los casos de BMR adquiridas durante el ingreso. Los resultados del artículo permiten identificar las áreas prioritarias de mejora para alcanzar los estándares que garantizan la seguridad y la calidad de la atención a los pacientes críticos en las UCI de los hospitales catalanes.
Referencia:
Álvarez Lerma F, Nuvials X, Oliva Oliva G, Consejo Asesor de Proyectos Zero en Cataluña. Análisis de la evolución de los proyectos Zero y del registro ENVIN en las unidades de cuidados intensivos de Cataluña (2019–2024). Ann Med. 2025; 108:62–68.